IR DE TAZAS, ”EL
CONCEPTO ES EL CONCEPTO”
A raíz de una entrada en facebook ,que he visto hoy, he sentido la necesidad de recuperar esto que había escrito para elcatavinos.
Una costumbre que se suele identificar con Galicia es el ir de tazas, moda asociada a un vino “turbio” que
se dice “típico gallego” y que ni es gallego y un poco osado es
también definir a tal brebaje como vino. Incluso asalta la duda si,
al hablar de este ,se debiera emplear el término elaborar o
fabricar que yo creo sería el más adecuado.
Nadie se opone al uso de la taza, ni
mucho menos, pero si al contenido que se le asocia “vino gallego
turbio”, ¿Por qué no tomarse una taza con un vino correctamente
elaborado y respaldado por un sello de calidad?. Si bien sabemos que
un buen vino necesita de una copa adecuada para expresarse no seré
yo quien le reste el encanto a los que se lo vean de disfrutar de un
buen vino en una taza. Si razonamos por un momento la temperatura de
servicio (casi helado) y la posibilidad de intentar sacar algún
aroma o percibír algo de su franqueza o complejidad tenemos que
reconocer que es imposible degustar tal vino, se limita a un trago
largo, frío y dulce seguido generalmente de una pequeña alteración
digestiva que suele acabar en el baño tras unas rondas.
Hace ya bastantes años el vino que se
elaboraba en las casas dejaba posos en las botellas, era un vino sin
filtrar, en la actualidad los que distribuyen este “turbio” son
un ejemplo de hipocresía al querer ofrecernos este como sinónimo de
vino casero o de paisano. Lo habitual es comprar vino de ínfima
calidad que en el mejor de los casos enturbian con lías de
fermentación, si las tienen, o añaden enturbiantes y caramelos en
ocasiones si las variedades con las que se ha elaborado este vino
son muy neutras y pálidas. De Galicia a todo esto sólo le queda el
recuerdo , mayoritariamente se fabrica en Cataluña y más
concretamente en la provincia de Tarragona; esto después se arregla
con un registro de embotellador gallego o un nombre que recuerde a
Galicia.
En algunos casos se puede incluso leer
en la etiqueta (en los que la llevan ¡claro!), “agítese antes de
usar”, les falta en la inscripción “turbiedad añadida”. De
entrada ya nos están diciendo que es defectuoso, vino blanco, sin
transparencia, con sustancias en suspensión y que intentan asociar
a una antigua tradición de elaborar vinos caseros en Galicia para
autoconsumo. Importante es no confundír estos sedimentos con los
precipitados que pueden aparecer en la actualidad en algunos vinos
, generalmente tintos, por poca filtración durante su proceso de
elaboración (bitartratos, polifenoles, etc) .
Sin ánimo de ofender, ¿o quizás
sï?, parte de ese engaño lo respaldan incluso grandes Restaurantes
y tiendas que lo ofertan en sus cartas como vinos gallegos (ya no
cabe su presencia en tales establecimientos). Ya no digamos cuando
leemos en algún lugar que su principal ventaja es la económica y
la desventaja su poca distribución o sus maridajes, ideal para
aperitivos, pescados y mariscos ¡que osadía! (haciendo esta
recomendación no quiero saber como es el marisco o el pescado).
Seamos razonables, con el precio al
que se ha pagado la peor uva este año en una zona de Galicia
(palomino a 0,60 céntimos, variedad complementaria y no autóctona),
el doble de lo que se ha pagado , si no me falla la información, en
Rioja, el triple de Rueda, una cinco veces lo que se ha pagado en
Cava y muchas veces más de lo pagado en La Mancha( siempre hablando
de la uva más inferior en cada zona, evidentemente); si el precio
mínimo autorizado en Galicia, por ejemplo en el Ribeiro, en las
variedades ancestrales y preferentes ha sido 1,50 €, hasta 2,10€
máximo , ¡las cuentas no salen!, es imposible que este brebaje sea
gallego y al que le parezca tan fantástico que reclame su identidad.
Estamos en disposición de poner fin al consumo de este vino o al
menos de llamarlo vino gallego .Ya sabemos que Galicia atrae, pero
por su calidad.
lamentable
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