Como protagonistas tres variedades blancas, palomino, pedro ximenez y moscatel que el mimo y el esmero del hombre junto al clima y el suelo, a destacar esa albariza, nos harán disfrutar de unos vinos especiales.
Se les ubica en un marco ,el “ Marco de Jerez”, fruto de una viticultura milenaria, que ya de jovencillos comenzaron a viajar, “encabezados” para llegar a ser mitos y viejos reconocidos, tanto que algunos de ellos se han jubilado sobretablas con la certeza de que serán certificados como de vejez calificada, especiales partidas de excepcional calidad. De “sacristia” como también se les conoce y que podemos encontrar con las señas de identidad de V.O.S (más de 20 años) y V.O.R.S (superior a 30 años), vinos a los que antaño sólo accedían unos privelegiados y que a día de hoy los que los disfrutamos privilegiados también nos sentimos.
Habiendo prevenido la oxidación y cierto contenido bacteriano entra en escena uno de los elementos naturales más extraordinarios que harán de estos vinos algo especial “La flor del vino”, una selección natural de especies de levaduras , tras haber desaparecido las fermentativas, propias de este marco que dotarán de gran finura aromática estos vinos tan especiales.
Crianza biológica o crianza oxidativa, vinos que mantienen largo tiempo la incertidumbre mientras se cobijan en viejas botas de madera deleitándonos tras un tiempo con un abanico de colores, de sabores y como no de emociones.
Vinos generosos como Finos, Manzanillas, Olorosos, Amontillados o Palo Cortado; generosos de licor tras haberse combinado generosos con dulces naturales: Pale cream, Medium, Cream o los dulces naturales como Pedro Ximenez y Moscatel les presentaremos.
Generosos vinos que saben a inspiración.
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